Zeus, David, el Ángel Caído, figuras clásicas construidas en un tiempo pasado no olvidado, se ven combinados con el estilo urbano. El arte, como instrumento de lo eterno, construye monumentos que, a pesar de los años, guardan las historias y propósitos de aquellos que alguna vez existieron y seguirán existiendo en la cultura y la mente de los hombres.
Preparada y armada, Atenea, diosa guerrera, permanece eternamente en posición de alerta para acompañar a la humanidad en la lucha por la libertad y la justicia. La batalla nunca termina para el pueblo cuyo fin último es dejar un camino mejor para sus hijos, siendo la lealtad y el amor sus mejores preceptos para iluminar en el sendero irregular del tiempo. ¿Qué sería de la vida hoy sin la constante búsqueda de libertad y justicia?
La vida, que es solo un instante dentro la eternidad, espera su destino. Quien muere verá frente a él un camino de plumas y pétalos de rosas que guiarán al descanso del cuerpo mortal. El cuervo, al final de la travesía, representa al guardián de nuestros restos físicos mientras la memoria prevalece. Nuestros restos serán guardados, como nuestra memoria, porque alguna vez fuimos para alguien, existimos, he ahí nuestra gloria.
Adán extiende su mano en la búsqueda de lo divino. Un hombre, como todos, ser que busca, que anhela, y de cuyo esfuerzo depende conseguir aquello que a veces está frente a sus ojos. La historia de la vida de la humanidad, representada desde los inicios del tiempo. ¿Qué buscan tus manos? ¿Has aprovechado tu vida para intentar alcanzarlo?
Lo clásico y lo urbano se conjugan para recrear al héroe inmortalizado, David de Miguel Ángel, frente a Goliat, en la eterna lucha entre el bien y el mal, en la decisión del hombre ante las dificultades de la vida. Es el legado del arte, de la humanidad, y su valor latente en los tiempos venideros.
En el complejo proceder del tiempo, la muerte y la vida son dos engranajes de un ciclo infinito. La vida tiene a la muerte como destino inalterable, y la muerte necesita de la misma vida para existir. Quien ha muerto es quien, de una manera u otra, ha conocido la vida.
Hacemos lo que tenemos que hacer, a veces podemos elegir el camino que seguimos, a veces otros deciden por nosotros; y, a veces, no podemos elegir nada, solamente podemos reconfortarnos pensando que la muerte no es más que sueño eterno. El sueño en el que nos volvemos a convertir en polvo, regresamos a la tierra y vivimos para siempre en el recuerdo de quienes pasaron por nuestro lado. Morfeo es el que cada noche nos llena en el mundo de los sueños, y su hermana la Muerte es la que luego se encarga de llevarnos de la mano hacia el final de nuestra vida, un sueño eterno.
La belleza de Medusa cautivó al dios del mar, Poseidón, quien abusó de ella en el templo de Atenea. La diosa de la sabiduría, convirtió a Medusa en un ser con la capacidad de convertir en piedra a aquellos hombres que la miren cara a cara. Medusa es la protectora y guardiana del templo de Atenea.
Cuenta la leyenda que cuando en un jardín aparece un colibrí, nos viene a contar que las almas de los que amamos están bien.
Padre de los dioses y los hombres, deidad suprema de la antigüedad, dios Zeus, eterno en el arte y la cultura, como aquellas diosas griegas que definen y gobiernan las cualidades de la humanidad: justicia, sabiduría, familia, en el tiempo pasado, en el presente y devenir futuro. Aun con otros colores, formas y nombres, persistirán en la existencia más allá de la vida, y después de la muerte.
"Somos una provincia multiétnica y pluricultural en la que convergen tan variadas costumbres y creencias como sólo aquí es posible, por lo cual es un propósito irrenunciable el crear acciones en pos la promoción de los valores del respeto, el amor y la confraternidad en la diversidad.
La cultura y el arte aporta al hombre el poder expresar, construir y transformar la propia identidad. Este mural pictórico representa entonces lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos, valorando las herencias y experiencias acumuladas de las personas que habitaron nuestro pueblo formoseño. Aquí se encuentran las culturas de nuestras familias fundadoras que se asentaron en nuestro territorio con el sueño y el esfuerzo que vemos desarrollarse en ese trabajo incansable e inclaudicable de convertir a Formosa en lo anhelaron y anhelamos.
Este grupo de artistas honra a nuestros antepasados y seres queridos con imágenes que nos llevan a la trascendencia del tiempo, el arte, la belleza, la existencia y nuestra cultura, lo eterno y lo sublime de tiempos pasados que fluyen hacia nuestro presente. Tal como lo significa el pasado formoseño que, en la búsqueda del amor y la justicia, nos ha dejado grandes monumentos colectivos sobre el cual debemos seguir construyendo nuestro devenir, con el aporte de cada persona como guardiana y portadora de identidad y memoria.
Cuál es la premisa de lo eterno si no el de trascender, como lo han hecho las memorias, el esfuerzo y los deseos de quienes aquí descansan de vernos consolidados como una ciudad pujante, en crecimiento y desarrollo en el que todos nos encontremos identificados.
Por ellos y por nosotros, iluminamos el camino interminable de lo que fuimos, somos y queremos ser, y lo dejamos plasmados para el futuro".