El encargado del Mercado Frutihortícola, Emanuel Rigonatto, explicó que en el lugar se opera normalmente haciendo especial hincapié en la aplicación de todos los protocolos de sanidad establecidos y ejerciendo un permanente control en los precios de alimentos para evitar especulaciones.

“Desde la Municipalidad venimos trabajando en conjunto con la Subsecretaría de Defensa al Consumidor porque hay que tener en cuenta que esta situación es extraordinaria y debemos ajustarnos a todas las medidas adoptadas por el Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID 19 para sostener el status sanitario”, expresó.

En ese sentido, Rigonatto indicó: “Teniendo en cuenta que el mercado frutihortícola es un lugar sensible donde se puede generar la aglomeración de personas, se lleva adelante un protocolo de sanidad que exige el uso del barbijo y de todos los elementos de desinfección por parte de cada puestero. Al mismo tiempo, se realizan operativos de desinfección de todos los camiones que por alguna cuestión quedan en la playa de estacionamiento para concluir con sus respectivas descargas”.

En ese sentido, aclaró también que si bien el horario estipulado para la descarga de mercaderías es de 20 a 6 horas, hay camiones que no llegan en ese horario establecido y que de manera extraordinaria se contempla esa situación y se les permite la descarga dentro de las instalaciones del mercado. Previamente, -destacó-, se realiza el operativo de desinfección de estos camiones que vienen de otras provincias.

Con respecto al ritmo de las ventas, dijo: “Entendemos que esta situación de cuarentena promueve el consumo porque la gente está mayormente en sus casas y es por esa razón que este rubro de alimentos mantuvo las ventas y, en algunos casos, inclusive las ha incrementado”.

Además, el encargado hizo referencia a los factores que influyen en la determinación de los precios: “La cuestión de precios es compleja, porque hay que tener en cuenta todos los factores que inciden en la cadena formadora de precios y el mercado es el último eslabón de esa cadena. En ese aspecto, la fluctuación de precios se puede dar en cada punto de la cadena. Lamentablemente, cuando el producto viene con un incremento de precio desde el origen, eso inexorablemente se ve trasladado al precio final” subrayó.

“Lo que hace la Municipalidad, en conjunto con la Subsecretaría de Defensa al Consumidor, es asegurarse de que en este último punto, el de la comercialización, no

haya un incremento significativo motivado por la especulación. Esto se hace a través de la solicitud de las facturas de compra de los mayoristas y, en función de eso, se calcula cuál es el diferencial de rentabilidad que puede aplicar cada uno y que se ajuste a la demanda actual del mercado”, agregó Rigonatto.

Por último, manifestó que “los trabajadores del mercado y los consumidores tienen mucha tranquilidad, lo cual no es una casualidad sino producto de que hay un proyecto político que viene haciendo las cosas muy bien en materia sanitaria. La población se siente protegida porque cuenta con el acompañamiento de un municipio activo y de un gobierno provincial que viene tomando todas las medidas necesarias para mantener el status sanitario”.

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