El director de Habilitaciones Comerciales del municipio capitalino, Walter Olmedo, detalló las medidas de prevención exigidas y que serán controladas en todos los comercios minoristas de la ciudad que van abriendo sus puertas ante las nuevas flexibilizaciones dispuestas en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

En ese sentido, el funcionario explicó que se van a aplicar los protocolos de bioseguridad correspondientes con el propósito de proteger la salud y la seguridad del personal, los usuarios y la comunidad, y que los controles se realizarán de manera conjunta con el área de Bromatología Municipal y la Policía de la provincia.

“Lo primero que hay que tener en cuenta es reducir en un 50 por ciento la capacidad de personas que puede haber en cada local comercial, por lo que cada comerciante deberá ubicar un personal en la puerta para regular esta situación. Esa misma persona, además, deberá controlar si el cliente que ingresa cuenta con los elementos de protección personal (barbijos) y proveerles de alcohol en gel o algún tipo de desinfectante”, indicó.

Aclaró también que “el personal que va a cobrar en la caja debe tener una especie de barrera de acrílico, vidrio, o alguna lona transparente que se adaptará de acuerdo a la economía de cada comerciante. Crear este habitáculo genera costos, pero hay que buscar la forma de evitar el contacto con el cliente”.

Con esta nueva flexibilización anunciada por el Consejo de Atención Integral a la Emergencia COVID 19, el comercio minorista atenderá al público de lunes a viernes, de 14 a 20 horas, y los sábados, de 9 a 13 y de 16 a 20 horas.

“El objetivo es que por la mañana funcionen los bancos y organismos públicos y por la tarde la actividad comercial, con lo cual se puede reducir la circulación de personas en el casco céntrico”, manifestó Olmedo.

Por último, con respecto a las habilitaciones comerciales, comentó que en estas últimas tres semanas se retiraron certificados de renovación y casi doscientas nuevas habilitaciones, con solo 27 bajas.