José Rotela es un maestro de Kung Fu y Full Contact, de mucha experiencia, que desde hace un buen tiempo lleva adelante un gran trabajo, tanto en la faz deportiva como en la contención de jóvenes

Hace 33 años que se dedica a la práctica de las artes marciales y en el mes de marzo instaló, en su casa del barrio San Andrés 1, su propio gimnasio, por donde tres veces por semana pasan chicos y grandes de todas las edades para darle continuidad a una tarea de enseñanza que ya lleva muchos años, con innumerables logros conseguidos y que están expuestos en una gran vitrina donde se pueden ver desde diplomas y trofeos, pasando por recuerdos y diferentes reconocimientos.

“Pasa un día sin hacer artes marciales y ya me siento incómodo” dice José Rotela, como para entender la pasión con la que vive lo que realiza, pero, sobre todo, el alto grado de vocación por mostrar a sus alumnos el camino de hacer deporte que es sin dudas algo muy saludable, independientemente de la actividad que cada uno elija, como también la formación integral de la persona como primer y gran objetivo en esta actividad que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de la Ciudad de Formosa.

Tan particular es lo que le sucede al maestro enseñando Kung Fu y Full Contact que abre las puertas de su domicilio, ubicado en la calle Winter al 3600, a muchos chicos de bajos recursos que no pueden abonar la cuota y que, en este caso, son más de la mitad de los que concurren y superan holgadamente los 60.

Situación esta que lo emociona y deja ver su lado más humano que, para los que lo conocen, saben que lo tuvo siempre.

Rotela comenzó practicando Tien Shan Pai, del cual es cinturón negro, a lo que después le agregó la graduación de I Dan de Wu Shu, con un currículum que provoca la envidia de cualquiera, y estos conocimientos los pone a consideración de los que tiene al frente. “Hay días que no son de clases pero los chicos igual vienen; ya están metidos en esto y eso es bueno” contó, para agregar que tiene alumnos de 5 años de edad en adelante, porque “esto no tiene límites”.

Muchas situaciones particulares le tocó vivir como profesor y así continuó relatando “saqué a muchos chicos de la droga; tuve uno que estaba muy mal y después fue campeón del mundo. Eso para mi es un gran logro” señaló, para dejar entrever después los cuidados que debe tener cada uno si la intención es superarse. “Siempre les digo que con la humildad llegamos lejos, hay que tener fe y trabajar bien y de corazón” subrayó.

En cuanto a la ayuda que se recibe del municipio capitalino, Rotela comentó que si bien “siempre nos dieron una mano con los buzos y remeras de los chicos, desde hace un mes que tenemos un mayor acompañamiento por parte del intendente Jorge Jofré que, entre otras cosas, nos facilita la cena para los chicos después de cada práctica”.

“En esto es importante contar con el respaldo de la familia; nosotros, por ejemplo, contamos con grupos de padres que se dedican a la preparación de la comida, hacemos milanesas, panchos y hamburguesas. También hacemos venta de pollos para recaudar fondos cuando tenemos que viajar porque hay que pagar el hotel y derechos de competición, y en todos los casos contamos con el apoyo del Municipio” contó.

Sin ir más lejos, dejó en claro que “Lo que me dan para los chicos es de los chicos, porque, como dice nuestro Gobernador: los niños son los únicos privilegiados. No podemos agarrar y guardar nada para nosotros, yo no me manejo así”.

Un total de 17 campeones del mundo, medallistas de oro, plata y bronce, presencia en torneos realizados en Brasil, Paraguay y diversos lugares, hacen al extenso recorrido que tuvo el gimnasio que lo tiene al frente, al tiempo que ahora se preparan para viajar a Mar de Ajó, en noviembre, para un torneo internacional “si conseguimos transporte, nos vamos” señaló, y es casi seguro que así será.

Como pasa con el fútbol y otras tantas actividades deportivas que se realizan en esta ciudad, la Comuna, junto al gobierno provincial, dice presente también en esta que es una tarea en conjunto, con el fin de ayudar y dar una mano a quienes, como el maestro José Rotela, realizan un aporte solidario y con un alto grado de generosidad acercando beneficios a niños y jóvenes carenciados de todos los barrios de la ciudad.

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