La capital de nuestra provincia tiene la particularidad de que, además de ser una gran planicie por encontrarse en una zona de llanura, es una ciudad polderizada

El Riacho El Pucú al sur, y el Riacho Formosa al norte y a la vera del Río Paraguay, en su parte más central y/o casco histórico fundacional, la dejan permanentemente expuesta a posibles inundaciones, por precipitaciones abundantes o por desbordes naturales de los cursos de agua en épocas de crecidas. Y a todo esto se suma que en los últimos años ha tenido un crecimiento excesivo, el cual se fue dando de manera horizontal, superando ampliamente la cobertura de la capacidad de infraestructura y servicios que posee actualmente.

Por todo esto, el accionar municipal, para dar respuestas a estas problemáticas y situaciones de emergencia hídrica, se basa en una planificación de la optimización de los recursos existentes, que es muy importante aclarar que son escasos y acotados, siempre haciendo referencia a la disponibilidad física de materiales, personal y equipos que tiene actualmente el municipio para dar una rápida respuesta a los sectores más vulnerables que se encuentran perfectamente identificados y que son aquellos barrios periféricos asentados en zonas bajas y que no superan más del 11% del total existente en la ciudad. Esos barrios son: 7 de Mayo, Ntra. Sra. de Luján, Juan Domingo Perón, República Argentina, Namqom, Lote 4, San Antonio, LR 111, Nueva Formosa, San José Obrero, San Agustín, La Floresta, Villa Belgrano, El Resguardo y Eva Perón.

En particular, durante el corriente mes de abril, ocurrieron dos episodios de lluvias extraordinarias; la del domingo 9 y la registrada entre los días 19 y 21, siendo esta última superior a los 140 mm, y que tuvo un registro de 80 mm caídos en un lapso de tiempo menor a 2 horas, superando ampliamente la capacidad de evacuación de las aguas de nuestro actual sistema de drenaje interno, que es una combinación de conductos y canales a cielo abierto, generando el anegamiento parcial que se pudo observar entre las 9 y 11 horas de la mañana del día miércoles.

Ante esta situación y similares, el accionar municipal siempre es inmediato; los responsables de cada sector salen con sus respectivas cuadrillas primeramente a realizar las limpiezas y/o desobstrucción de sumideros, a los cuales, una vez que va mermando la intensidad de la lluvia, se le adicionan los equipos de cuneteo y maquinarias pesadas para desobstrucción y limpieza de canales mayores.

En este último episodio, en particular, se realizó un despliegue de más de 200 trabajadores, entre municipales y cooperativistas, con cerca de 40 equipos compuestos por 7 retroexcavadoras, 4 excavadoras, 1 cargador frontal, 1 desobstructor, camionetas y camiones para traslado del personal, materiales y herramientas menores.

Durante los próximos días se continuará con la labor cotidiana, para hacer frente a las posibles emergencias que puedan llegar a acontecer, porque nuevamente hay probabilidades de precipitaciones importantes para este lunes 24 y el martes 25.

Como siempre, el municipio, además de las tareas realizadas por los equipos de obras y servicios, asiste a los vecinos desde sus áreas sociales, trabajando de manera conjunta y coordinada con diferentes organismos del gobierno provincial.

Por último, se solicita la colaboración de los vecinos porque el mantenimiento de la limpieza es fundamental para reducir la cantidad de residuos domiciliarios y no convencionales que se encuentran diariamente en los sumideros, cunetas y canales, y es la principal causa de obstrucción que impide el normal escurrimiento de las aguas.

 

Comentarios